La Virgen Maria se encuentra en el centro de la vida practicante de la Iglesia, tanto en lo que respecta a la devoción personal, como a aquella de carácter comunitario. De igual manera, está en el centro de los dogmas de fe de la Iglesia, como parte inseparable de la fe cristiana que nos lleva a creer que Dios se hizo hombre. Estos dos “centros” de la Iglesia – vida de oración y dogmas de fe – son absolutamente inseparables en el cristianismo ortodoxo. Por eso, el ícono de la Virgen María está presente en cualquier iglesia y en cualquier casa, y ella es recordada en todos y cada uno de los oficios litúrgicos.
La Iglesia Ortodoxa le ha dado a la Virgen María dos títulos principales que corresponden a su lugar en esos dos “centros” de la vida eclesial. “Theotokos” (Madre de Dios) y “Panaghia” (Santísima). La palabra “Theotokos” la coloca en el centro del dogma ortodoxo, porque testifica esa fe en que ella dio a luz a Dios hecho hombre, no a un hombre al que posteriormente descendió Dios. El término “Santísima” se refiera al lugar que tiene la Virgen entre los fieles, como una “más santa que todos los santos”, que está en el centro de la Iglesia y de su vida de oración. Cada vez que la recordamos en nuestras peticiones litúrgicas, la llamanos “Santísima (Panaghia) Madre de Dios (Theotokos) y Siempre Virgen (Aeiparthenos) Maria”. Así, en sus íconos, como Theotokos es siempre representada portando en brazos a Su hijo. Como Panaghia es representada con los brazos extendidos en oración, como un miembro de la Iglesia, y Su Hijo en igual postura, pero no portado en brazos por ella. La Virgen no es representada nunca sin su Hijo.
La Theotokos portando a Jesús Niño en brazos (ícono de Poceaev) |
La palabra griega “Theotokos” se traduce literalmente como “Madre de Dios”. Esta fue utilizada por primera vez en el siglo II por el teólogo alejandrino Orígenes. En el Segundo Concilio Ecuménico, en el año 431, dicho término ocupó un lugar primordial, como una confirmación de la fe cristiana en Jesucristo como Dios verdadero y hombre verdadero. Maria no dio a luz a un simple hombre en el que se encarnó el Hijo de Dios, sino el mismo Hijo de Dios se hizo hombre. Tal expresión se propagó rápidamente, convirtiéndose en un punto central de los himnos y oraciones populares.
La traducción de la expresión “Madre de Dios”, no debe hacernos creer que la Virgen Maria fue un simple instrumento de Dios, que le dio a luz y hasta ahí. Al contrario, ella fue ciertamente Su madre. Con otras palabras, fue quien vio por primera vez a Jesucristo niño, a Quien amó y alimentó; hizo todo aquello que une a un niño con su mamá, desarrollándosele así el alma y formándosele su personalidad.
Al mismo tiempo, ella es “Santísima", lo que significa Llena de Virtud, alguien casto, puro de cuerpo, alma y mente. En la Ortodoxia, el alto estado de la Virgen no la pone más arriba de la Iglesia – así como es solamente Cristo, en su calidad de Cabeza de la Iglesia – sino, más precisamente en su centro. La Iglesia Ortodoxa insiste en el hecho que, permaneciendo sin pecado personal, Maria compartió plenamente nuestra naturaleza caída – todas las miserias comunes a la condición humana – y ciertamente murió antes de ser llevada al cielo por su Hijo. Por eso, en la recordación de su Dormición, la Iglesia hace memoria de aquella persona que, de en medio de nuestro género humano se dispuso a entregarse a Dios, de tal manera que devino Su Madre y, al mismo tiempo, siguió siendo nuestra semejante, en solidaridad con los que rezan a su Hijo y luchan por alcanzar la santidad.
La Panaghia como centro y guía. |
De esta manera, como Theotokos y Panaghia, como Madre y Virgen, Maria combina en su propia persona, en un modo único, toda la delicadeza y la profundidad de los sentimientos, el cuidado infinito y la sensibilidad espiritual de la maternidad, con todo valor, esfuerzo, autocontrol y decisión sin compromisos, similares al monaquismo. Ella es al mismo tiempo la máxima expresión de la humildad y devoción a su Hijo, y la más grande luchadora espiritual y asceta, guardando todo pensamiento en su corazón. Ella es, así, el modelo a seguir por todos los cristianos, sin importar el camino que sigan.
Así como fuera en el transcurso de su vida, la Virgen Maria permanece también hoy cerca de su Hijo, igualmente interesada, cercana e inseparable de Él y de Su obra. El cuerpo de Cristo es también un cuerpo nacido de la Virgen, con su consentimiento libre. Sus palabras “Hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1,38) no se agotan con la encarnación de la Palabra, sino son indispensables en cada una de Sus manifestaciones corporales. El consentimiento de la Virgen es fundamental para la formación del Cuerpo de Cristo. Por este motivo, cuando la menciona durante la Proscomedia de la Liturgia, el sacerdote ora: “Por las intercesiones de Ella, recibe, Señor, este sacrificio en Tu altar celestial”.
La Virgen María está orgánicamente vinculada a cada celebración eucarística. Esto significa que, en Su calidad de Madre de Cristo es también Madre de la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo y, en consecuencia, Madre nuestra también, desde el momento en el que, al recibir el Sacramento del Bautismo “nos hemos vestido en Cristo”, siendo adoptados como hijos y miembros de Su Cuerpo. Podemos decir, incluso, que si Cristo es la Cabeza de la Iglesia, Su Mamá es el corazón, estando en medio de los creyentes, sufriendo con todos, alimentándolos, guiándolos hacia Su Hijo, de Quien nunca se separó – ni siquiera junto a Su Cruz, de la que también tomó parte (Lucas 2, 35); del mismo modo, entonces, Ella nunca se separa de nosotros.
La veneración ortodoxa de la Madre de Dios tiene un equilibrio delicado, un maravilloso entrelazamiento entre dogma y vida, entre teología y oración, entre su estado de Theotokos y su lugar entre los cristianos como Panaghia. Ella no se separa nunca de su Hijo y nunca se separa de los cristianos. En esto se diferencia principalmente, de aquellas doctrinas que la alejan de nosotros (como la Inmaculada Concepción – que nació sin pecado original, y la Asunción – que no murió), como de aquellas que la confunden con nosotros, teorías de naturaleza protestante, que no la veneran porque rechazan también a la Iglesia. Pero, para los ortodoxos, Ella es también glorificación de la Iglesia, su representante más importante entre aquellos que han alcanzado la salvación, “la más santa que todos los santos”, Madre de Dios y Madre de todos nosotros.
Traducción libre del texto publicado en razbointrucuvant.ro, a su vez extraído de:
Ierom. Calinic, Provocari ale gandirii si vietii ortodoxe astazi, Editura Deisis, 2012
Muy bello y bonito. La Santa Madre de todos nosotros, vela por cada uno. La inmaculada concepcion de Maria, no es de origen protestante. La Santisima Virgen Maria, lo declaro en el siglo XV en un milagro efectuado en Mexico en la epoca de la dominacion Española, en la persona de Juan Diego. luego la Iglesia Catolica, lo reafirmo como cierto ese dogma, pero no de un modo arbitrario y caprichoso, sino ateniendose al milagro y a las palabras de la Santisima Virgen. Hay que tener una cultura mas amplia, para no afirmar tales falsedades. Que la Iglesia Ortodoxa no lo declare como dogma, lo comprendo, pero no hay que falsear la realidad. Por otra parte, ¿Porqué afirmas que ese dogma separa a la Virgen del Hombre? ¿Porqué? Voy a decir una cosa, que nadie me va a poder negar: Adan y Eva, nacieron sin pecado original, (eso todo el mundo lo sabe), pero a pesar de haber nacido sin pecado original, desobedecieron a Dios, y fueron reos del pecado que nos han transmitido. ¿No era necesario entonces, que Dios volviera a repetir la misma prueba con María nacida sin pecado como Adan? Pero la diferencia fué, que María, (aunque habia nacido sin pecado como Adan), en lugar de desobedecer a Dios (como hizo Adan), se mantuvo fiel a Dios. En María volvemos a nacer los hombres todos. Es la nueva Eva, que ha obedecido mas que nadie, los mandatos de Dios, pues María, (a pesar de no tener el pecado original), podia haber dicho que "no" a los planes de Dios, (como hicieron Adan y Eva)... Y ademas otra cosa: Si María hubiera nacido con el pecado, hubiera transmitido ese pecado Original a Su Bendito hijo. Los Catolicos dicen: Podia Dios haberlo hecho, y ¡Lo hizo! De todas formas, la Inmaculada concepcion de la Santisima Virgen María, fué declarado por Ella misma en el milagro que antes hice alusión. Documentarse un poco. Ademas, los protestantes (si no recuerdo mal), no creen en lnmaculada Concepción de la Virgen, por tanto los Ortodoxos hacen lo mismo que ellos... Y otra cosa mas. "Si yo fuera Dios, desearía con todas mis fuerzas, que mi madre fuera la criatura mas perfecta y maravillosa, y la crearía con la perfección de no tener mancha de pecado ninguno". No soy Catolico, sino Ortodoxo, pero eso no quiere decir que admita cualquier cosa aunque sea falsa, por parte de mi Iglesia, (formada por hombres pecadores como cualquier otro). El unico que tiene el patrimonio de la verdad absoluta es Dios. La Iglesia tiene la función de conducirte a Él, pero no quiere decir que carezca la Iglesia, de la capacidad de equivocarse en alguna cosa, (como en este caso), pues esta formada por hombres pecadores.
ResponderEliminarRespecto de la "dormición" de la Virgen, es una consecuencia de creer en la Inmaculada concepción, y esa consecuencia se deriva del hecho de que el pecado original de Adan, lleva a la muerte del cuerpo de todos aquello nosotros (hombres y mujeres pecadores), que poseemos el pecado original. ¿No dice la Teologia, que la longevidad del cuerpo, tiene una relación estrecha con la Santidad de esa persona? Adan y Eva, (si hubieran conservado la gracia), y ya que no tenian pecado original, no hubieran muerto. La muerte corporal del cuerpo, vino por causa del pecado. Por tanto si la Santisima Virgen Maria no tenia pecado original, no murio, y de hay lo de la "dormicion", (que como ya he dicho antes, se deriva del hecho de carecer del pecado original). Pero recalcando algo que dije en el mensaje anterio: Tu madre humana y tu padre humano, seguro que tienen un monton de defectos y pecados (que tu como hijo padeces con humildad y resignacion)... ¿Si tuvieras poder milagroso en tí, para obrar milagros en tu padre y tu madre, no los convertirias en las personas mas simpaticas, amables, sensatas, y agradables? ¡Pues mira entonces lo que hizo el Señor con Su Madre la Santisima Virgen, pero no solo en hacerla mas agradable, buena y simpatica, sino mucho mas aun que eso, pues ES LA MADRE DE DIOS! (y este hecho, lejos de separarla del hombre, lo acerca a él, pues tu y yo y todos los hombres de la tierra, si siendo Adan, hubieramos tenido la fidelidad que la Virgen tuvo en la llamada de Dios, no hubieramos caido en el pecado de Adan, Por tanto, nuestra Madre La Virgen, nos da con su Inmaculada Concepción, aquello que nos nego Eva. La Virgen con Su Hijo nos transmite la Gracia. Eva nos transmitio el pecado.
ResponderEliminarRespecto de que el hecho de considerar a la Virgen con pecado original (como lo hacen los ortodoxos), y pensar que por esta razon la Virgen Maria esta mas cerca de los hombres (tambien pecadores), es una afirmacion puramenta "humana". Quizas asi, los hombres tenemos a la. Virgen Maria como "colega" nuestro, o como "miembro" de nuestro grupo "pecador", (perdonarme el lenguaje que empleo, que considero mas directo, aunque menos reverente), pero ¿ha condiderado alguien, que los planes de los hombres, son "terrenos", y los planes de Dios son "Divinos"? (Como dice el mismo Señor en el Evangelio). Porque cuando contemplo a la Inmaculada Concepcion de Maria, libre de toda mancha y pecado original, Dios me esta diciendo con ello, que la Imagen del Hombre en su creacion, fue así de este modo (sin pecado original), y al mostrarme a Mari mi madre de este modo, Dios me esta dignificando, porque quiere que seamos e imitemos en Maria y en Su Hijo Jesucristo, la imagen pura y sin mancha de pecado, que el hombre tuvo desde su creacion. Maria, la madre del nuevo hombre, mediante la gracia de su Hijo Jesucristo, es imagen y ejemplo al igual que su Santo Hijo, a imitar por el hombre, y es la muestra fisica de lo que el hombre fue, (puro y sin pecado), ¡y que debe de ser!, por la gracia y los dones de la encarnacion muerte y resureccion de su Hijo. Un hombre nuevo y santo, a imitacion de su Purisima Madre, la Santisima Virgen Maria, madre de todos los hombres, y sin mancha original, que dignifica al nuevo hombre terrenal, nacido de nuevo por Maria, y por la Gracia de Dios en Su Hijo Jesucristo.
ResponderEliminarA un Santo, podremos venerarlo, podremos amarlo, con un amor anclado en el agradecimiento por Dios, a una vida santa, llena de sacrificios y amor al projimo, que nos enseña el camino para amar a Dios, y esto es muy bueno, pero hasta los santos estan llenos de pecados, (y no lo digo yo, sino que lo dicen los propios santos, que dicen de ellos mismo, que son unos pecadores). No asi habla y dice la Santisima Virgen Maria, y no así es el deseo de Jesus Su Hijo, de que amemos (y casi adoremos), a Su Bendita Madre, como una pecadora mas, llena del pecado original. Porque la Bendita Madre de Dios, nacio sin pecado original, pues Su Hijo quiere que amemos con esa Bendicion y ese Amor (que llega casi a la Adoracion), a su Bendita Madre. La Madre de Dios se situa muy por encima de todos los Santos. Lejos de alejar al hombre de Dios, nos recuerda que el hombre fue creado sin mancha original, y nos pide que imitemos a Su Purisima Madre, volviendo a restituir en nosotros la inocencia que perdimos por Adan, pero que hemos recuperado en la Virgen, nacida sin mancha de pecado. Y cuando Dios nos entrega en la cruz a Su Divina Madre, (en la persona de Juan), no lo hace como dicen los protestantes, (que se la entrega solo a Juan, que seguramente por ser tan joven, todavia tenia una madre y un padre humanos), sino que nos la entrega a todos los hombres, para que seamos igual que Ella, puros y santos como ella.
ResponderEliminarLo siento mucho, (como ortodoxo que soy), pero los Catolicos tienen razon. Ellos aman en Maria, no solo la. Madre de Dios, sino aquella que ha restituido al hombre en su inocencia, por ser sin pecado original, y obedecer los mandatos de Dios (no como Adan y Eva, tambien sin pecado original, y que se opusieron a Dios). El ser Maria sin mancha original, nos acerca mas a los hombres a Dios por esta razon, pues nos da la dignidad de que siendo sin pecado, no le hallamos fallado (como Adan y Eva). La Iglesia ortodoxa no me puede impedir que siga lo que mi conciencia me dicta. Si acaso sere un mal ortodoxo, pero sere un buen cristiano, (que al final de cara a Dios, es lo que importa). Gracias.
ResponderEliminarHermano te aconsejo acudir a tu padre espiritual o sacerdote de tu parroquia para q te ilustres y te abra los ojos en el tema. El reconocer una inmaculada Concepcuon de la Virgen, es atentar contra el mismo plan de salvacion y de economia divina...si Maria fue concebida a-espermaticamente..no compartia nuestra naruraleza...otrora Jesus no es verdadero hombre... si la virgen fue concebida como lo dice Roma...Dios violento su libertad predestinandola y haciendo de su "hagase en mi" poco menos que nada...si la Virgen fue concebida asi..como tu crees quiere decir que el sacrificio en la cruz de Cristo fue innecesario..pues la virgen en su engendramiento fue salva por obra directa de Dios...mejor dicho mucho es ko escruto alrespecto por verdaderos santos..investiga...ahira pretender darle validez a los dogmas de la Iglesia con "apariciones" como lo hace Roma es lo mas terrible q Roma haya podido hacer pisoteando la Santa tradicion de la Iglesia con "fábulas" e historias de apariciones q nada tienen que ver con el Cristianismo.
EliminarLa grandeza de la Santisima Virgen..coko modelo de Fe inclyso para nosostros radica en eso en su hagase en la aceptación en Fe de llevar al Salvador en su seno....
No impongas pues tu criterio reforzado y errado en este lamentable dogma de la Inmculada Concepción de la Virgen Maria inventado por Roma a peticion de unos cuantos sacerdotes Franceses
Mi estimado amigo, decir y proclamar que la Virgen María en su nacimiento a sido PRESERVADA de la Mancha del pecado , no es atentar contra la obra de Dios, al contrario ratifica el inmenso amor que posee el señor para con nosotros, ni la iglesia Católica , ni la iglesia ortodoxa, han inventado esto, el Fiat marianae, es el si de la esperanza el si de la fe, tu mismo puedes leer tantos ejemplos humanos de preservación de la vida, allí tienes a Moisés y no por ende el trabajo de Dios iba a de ser , al contrario, fue parte de su plan salvífico, me llama la atención q no recuerdes las palabras del maestro q aún siendo dichas en lo particular tiene una connotación global:PARA DIOS,....NADA ES IMPOSIBLE. Y tú desees ponerle LIMITES a Dios?.
ResponderEliminarLa Inmaculada Concepción se centra en el amor de Dios a su hijo , nuestro señor y a la misericordia para con nosotros y su misericordia es BIBLICA, no lo olvides más por tanto en su omnipotencia dios alcanza cosas que el hombre no espera ni se imagina, sino dejaría de serlo