- Padre, ¿cómo podré salvarme,
si estoy lleno de vicios y pecados?
- Con amor y humildad.
Una vez que adquieras estas dos virtudes, el orgullo y la maldad que
haya en tí se atrofiarán, y esos vicios irán desapareciendo. Así,
poco a poco, se desvanecerán todas tus iniquidades, mientras que las
demás virtudes empezarán a aparecer solas. Por eso, ¡dedica todos
tus esfuerzos a alcanzar el amor y la humildad! El verdadero amor se
abraza con la humildad, cual hermanos gemelos que se aman mucho. El
amor no puede vivir lejos de la humildad. En el amor encuentras
humildad, y en la humildad encuentras amor. El camino más fácil
para alcanzar nuestra salvación es, entonces, el amor y la humildad,
porque a partir de ellos seremos juzgados. Estas dos virtudes
conmueven y atraen la misericordia de Dios, y al hombre, creación de
Sus manos, lo elevan al Cielo. A partir de estas características, la
humildad y el amor, los ángeles de Dios sabrán reconocer a los
hijos de Dios, para tomarlos de la mano con amor y llevarlos a Dios,
Padre amoroso.
Traducción libre del texto publicado en ortodox.md
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