- Personalmente no prefiero tanto una rutina de oraciones. Desde luego que es útil, sobre todo porque ayuda a disciplinarse. Pero no se debe orar por rutina. Eso sí, hay que ser sistemáticos en el deseo de elevarnos espiritualmente... Para esto no es estrictamente necesario orar estructuradamente. Más bien, es necesaria una presencia continua de corazón, ese estado permanente de amor, de relación con Dios, que es la esencia de la oración. Porque también un silencio profundo es una oración profunda. Y una oración profunda significa un silencio profundo.
Si oras porque es tu obligación hacerlo, hazlo. Pero cuando se ora por obligación, al terminar, la persona siente que cumplió con su deber de orar de corazón y se queda sin nada de lo que debería permanecer luego de la oración. Por eso yo prefiero un continuo despertar espiritual. También por eso les digo que cualquier segundo puede ser un tiempo completo y cualquier suspiro puede ser toda una oración. Un suspiero no se hace así "Uff...", sino que lo diriges a Dios, como partiendo desde tu más profundo interior hacia Él. Así Dios se nos muestra. Porque Él no se muestra a las mentes más preparadas. "No todo el que diga 'Señor, Señor' entrará en Mi Reino!". cino que sólo aquel que tiene el corazón limpio, el que dirige permanentemente su corazón hacia Él. Entonces, una vida continua de presencia espiritual es clara señal de un hombre espiritual. Porque, si oras, estás siempre presente. La oración, digamos, "típica" (rutinaria) puedes apresurarte a terminarla en media hora, una hora, pero ¿y al final? No les digo que renuncien a este tipo de oración, pero que no sea éste el único trabajo espiritual, la única forma de orar que practiquen. Si lees una paráclesis, está muy bien, o si sigues algún otro libro de oraciones. Pero lo que, de hecho, debe saberse y entenderse, porque es algo casi indiscutido, es la presencia continua del corazón. Y así, ora. Porque así oraban los santos y muchos de ellos permanecían de rodillas hasta el amanecer. Eso no quiere decir que nosotros, por no ser como ellos, mejor no oremos. Pero se trata, insisto, de un estado de presencia continuo.
- Padre, ¿cualquier persona puede practicar la oración incesante?
- De cierta manera, todos pueden hacerlo. Pero la pregunta en sí sobre la oración o cualquier discusión de este tipo sobre la oración es nula, porque racionaliza las cosas. Quien quiera tener el don de la oración, que calle y que ore. Una oración profunda es un silencio profundo.
(Orando así) Se constata un claridad inmediata, una liberación de las tentaciones, porque se pide la ayuda del Soberano de los cielos y de la tierra. El mundo debe acostumbrarse a la idea que Dios gobierna y hace cualquier cosa por el hombre. "Sin Mi no pueden hacer nada". Aún más, "No se mueve ni siquiera un cabello sin Mi voluntad". ¡Se dan cuenta de cuánto nos ama?
Permanezcan con perseverancia en la Iglesia, queridos mios! Y repitan esta pequeña oración de la mente y del corazón. Es el poder del nombre de Quien tanto nos auxilia. En donde estén, en donde haya aflicción, oren, no desfallezcan. Amen mucho! Cristo así nos lo manda!
Traducción libre del texto publicado en razbointrucuvant.ro
Muy Bonito este escrito. Doy gracias a Dios y a la persona que traduce estos textos. A mi siempre me ha gustado la oración continua. Afortunadamente en mi caso, puedo practicarla con facilidad, pues me hayo exento de labores profesionales y me puedo dedicar a Dios. Comprendo lo que dice el P.Arsenie, pues la oracion incesante, es algo muy profundo de nuestro interior, que clama de una manera constante e incesante hacia nuestro creador, como si de un naufrago, que permanentemente en peligro, pide auxilio contante a quien le Ama y le puede ayudar. Y poco a poco, esta oracion incesante, se hace continua, de manera que nuestros pensamientos y acciones transcurren sin interrupcion en la presencia y persona de Dios.
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