Algunas frases de ancianos de la Iglesia.

domingo, abril 01, 2012 Posted by JDavidM



1. El anciano Porfirio decía: “La vida sin Cristo no es vida. Si no lo ves a Él en todos tus pensamientos y en todos tus hechos, es que estás viviendo sin Él “.

2. El mismo anciano decía “Cristo es nuestro amigo, nuestro hermano. El es todo bien y toda belleza. Él es Todo. En Cristo no existe tristeza, melancolía o introversión, lo que sucede al hombre cuando se deja llenar de pensamientos y entornos que le  oprimen y le hieren. Cristo es Alegría, Vida, Luz, Luz verdadera, que asimismo alegra al hombre, que le da alas, que le descubre todas las cosas, que le hace ver todas las criaturas, sufrir junto a los demás y desear que todos estén con Cristo, cerca de Él”.

3. Anfiloquio, anciano de la Isla de Patmos, decía sobre el hombre que se olvida de Cristo, debido a sus numerosas ocupaciones: “A menudo Cristo viene a llamar a tu puerta. Pero lo haces esperar en la antecámara de tu alma y, absorbido de tus ocupaciones, olvidas por completo al Divino visitante. Él te espera y espera… y, si demoras mucho, Él se levanta y se va. Algunas veces estás tan ocupado que sólo le respondes desde la ventana: ¡no tienes tiempo ni siquiera para abrirle la puerta!”.

4. El mismo anciano decía: “El hombre que no tiene a Cristo, ve todas las cosas sombrías y difíciles”. Y, aún más: “Hasta el momento en que Cristo viene a habitar en el corazón del hombre , ahí sólo hay lugar para el dinero, para los bienes y otras cosas”.

5. Sobre los aspectos  de la Divina Providencia, que el hombre desconoce, el anciano Porfirio decía: “las personas  pueden llegar a alcanzar tal oscuridad de conciencia, viendo, por decirlo de alguna forma, la nada frente a ellas y pensando: caímos en la nada, estamos perdidos. ¡Pero detrás nuestro vienen refuerzos! Entonces, las personas se vuelven a Dios y son iluminadas por nuestra fe ortodoxa. Dios trabaja en secreto y no quiere influir en la libertad del individuo. Él conduce los hechos de tal manera que la persona viaje lentamente hacia donde debe estar”.

6. El anciano Epifanio decía: “Las lecciones que Dios te da son completamente distintas a las que te dan los hombres. Para nosotros, dos y dos son cuatro. Pero, para Dios, dos y dos pueden ser cinco, o seis ¡o no importa cuál otro número!”.

7. Antimo, anciano de Chios (Grecia), decía: “Sin la voluntad de Dios, ninguna piedra puede moverse, ninguna hoja se desprende para caer al suelo”.

8. El anciano Eusebio escribió una vez a uno de sus hijos espirituales: "Entonces cuando Dios se aleja del hombre, éste, no sólo que cae en todo tipo de pecados e injusticias, sino que también pierde su fe. Dios te hizo criatura y, por medio de tu fe en Él y tu voluntad de crecer según Su voluntad, Él te hace hijo Suyo, previendo todo como un Padre lleno de amor y cuidando tu futuro para que alcances la plenitud“.

9. Sobre los medios que utiliza Dios para ayudar al hombre, el anciano Antimo decía: “El Buen Dios no cesa de aconsejar al hombre para su bien. Algunas veces lo ilumina, algunas otras le envía consuelo por medio de otras personas, otras veces le envía alguna señal. La piedad infinita de Dios utiliza todos los medios posibles para que el hombre se acerque a Él y para salvarle”. Agregaba el anciano: “Dios ayuda al hombre, algunas veces por medio de un sacerdote-padre espiritual, al que le ayuda a encontrarlo para que lo guíe, sea por medio de un ángel que le ilumine, o por medio de un pensamiento bueno que le sugiere, o con algún descubrimiento espiritual que le concede”.

10. El anciano Jerónimo decía: “Estén atentos al modo en que viven el día de hoy. ¡Pero el futuro, déjenlo en manos de la Divina Providencia! Dios los va a ayudar. ¡Lo que se haga con la voluntad de Dios, se hará! No se torturen mentalmente pensando en lo que vendrá. Dios los ayuda”.

11. Refiriéndose al amor de Dios para el hombre,  el anciano Antimo, nuevo santo de la Isla de Chios, subrayaba: “Dios no separa a los justos de los pecadores, ni compara a los malos con los buenos. La abeja, si encuentra un poquito de azúcar en alguna flor, no le importa lo sucia que esté, porque se llevará la azúcar para hacer de ella miel. Dios no se fija si el hombre tiene en él pecados o virtudes, ni si es bueno o malo. Él busca únicamente el momento en que el individuo se acerque, para venir pronto en su ayuda”.

Traducción libre del texto publicado en
http://www.razbointrucuvant.ro/2008/06/25/hristos-este-totul/#more-3519
Del libro Cuvintele Bătrânilor (Palabras de los Ancianos) del Padre Dionysios Tatsis; Editorial Reîntregirea. Alba Iulia, Rumanía. 2004.
Imagen: Ieromonje Atanasie Stefanescu, tomada de razbointrucuvant.ro

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