Antes de cualquier oración...
La oración no es sólo nuestro vínculo de comunicación con el Todopoderoso, sino también aquel deber de cristianos para, con toda humildad, agradecer continuamente por todo lo que recibimos talvez sin merecer. Como hijos que nos acercamos a nuestro papá, le decimos "¡Gracias!" por cada cosita en nuestra vida y por la vida misma, le pedimos que perdone que lo ofendamos de tantas formas y ponemos en sus manos cada una de nuestras preocupaciones.
(Porque apenas estoy comenzando con este pequeño blog, no me extenderé todavía en las profundidades de la oración, como tema independiente.)
(Porque apenas estoy comenzando con este pequeño blog, no me extenderé todavía en las profundidades de la oración, como tema independiente.)
Así, las oraciones de inicio de la Santa Iglesia Ortodoxa, son las siguientes:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Gloria a tí, Dios nuestro, gloria a tí.
Rey celestial, Confortador, Espíritu de la Verdad, que en todas partes estás y todo lo llenas, Tesoro de todo lo bueno y Dador de Vida, ven y habita en nosotros, límpianos de toda mancha y salva, oh Bondadoso, nuestras almas.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros; Señor, purifícanos de nuestros pecados; Soberano, perdona nuestras faltas; Santo, visítanos y cura nuestras debilidades, por Tu nombre.
Señor, ten piedad. (3 veces)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en tentación y líbranos de todo mal. Amén.
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