Paso a paso en la Ortodoxia

Antes del desayuno
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Después del desayuno
Realmente es justo proclamarte bendita a Ti, Madre de Dios, la más bienaventurada, totalmente pura, y Madre de nuestro Dios. Te alabamos a Ti, que eres más venerable que los querubines, e incomparablemente más gloriosa que los serafines. Tú, que sin mancha has traído al mundo al Verbo de Dios. A Tí, que eres realmente la Madre de Dios, te glorificamos.

Antes del almuerzo
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Después del almuerzo
Te agradecemos, Cristo Señor Nuestro, porque hemos recibido en abundancia todas tus bondades terrenales. Que no nos falte tu Reino celestial, sino que, así como veniste en medio de tus discípulos, Redentor, dándoles paz, ven también entre nosotros y sálvanos. Amén.

Antes de cenar
Comerán los pobres y se llenarán, laudando al Señor. Y, de aquellos que lo busquen, vivirán sus corazones por los siglos de los siglos. Amén.
Después de cenar
Nos has alegrado, Señor, en medio de todo lo que has hecho y, de el trabajo de Tus manos nos hemos satisfecho. Sobre nosotros ha venido la luz de Tu rostro, Señor. Has llenado nuestros corazones de felicidad, junto al fruto del grano, el vino y el aceite, que se han multiplicado. Con paz, nos vamos a acostar y a dormir, porque Tú, Señor, nos has dado esperanza.