9 de noviembre, San Nectario de Egina, milagroso y sanador.

miércoles, noviembre 09, 2011 Posted by JDavidM


 Oración por la sanación en la enfermedad
"Oh, santísimo y honradísimo, muy milagroso Nectario, recibe esta pequeña oración que te dirigimos como siervos inmerecedores, porque en Tí, como en un verdadero manantial de consuelo y pronto auxilio milagroso nos refugiamos, y dirigiendo nuestros ojos a la santidad de tu ícono, con lágrimas incontenibles te pedimos: Ve, oh Santo, nuestras aflicciones, nuestra pobreza y nuestra bajeza. Ve las heridas de nuestras almas y cuerpos.

Te pedimos, San Nectario, ven pronto en nuestro auxilio con tus incesantes y santísimas oraciones  y ayúdanos. No te olvides de nuestro dolor  y no nos ignores a nosotros, indignos y necesitados, porque sabemos, oh Santo de Dios, que aunque sufriste grandes injusticias por tu amor a Cristo, por medio de ellas recibiste el don de Dios y hoy puedes gozarte de estar en el Reino preparado para aquellos que han vivido en santidad, por lo que sabemos que quien a Ti acuda en busca de auxilio, orando con fe, no ha quedado sin ser atendido. Porque, ¿Quién ha pedido tu ayuda, oh milagroso y no le has aliviado su sufrimiento?


Tus milagros y tu auxilio nos han decidido, a quienes somos indignos, a llamarte en busca de tu amparo. Sabemos Jerarca elegido, de muchísimos milagros de sanación que has realizado, como un nuevo médico de los más necesitados. No conocemos ninguna enfermedad, ningún dolor que no puedas sanar, pero, aún más, se sabe que no sólo has curado enfermedades a las que los médicos consideraban incurables, sino que también has ayudado a muchísimos enfermos a fortalecerse en la fe y en la paciencia, recibiendo luego recompensa por ese sufrimiento.

Débil es nuestra fe, pero a Ti acudimos con esperanza  y con lágrimas. Arrodillándonos, te pedimos, oh Santo Jerarca Nectario, que intercedas por nosotros ante Jesucristo, Hijo de Dios, Aquel que nunca dejó de escuchar las oraciones que elevabas en tu propio sufrimiento, sino que siempre te escuchó, te fortaleció y te recibió en su morada celestial.

A Él pídele que también nosotros seamos ayudados y que nos muestre Su misericordia al escuchar tus oraciones, y que seamos también de la aflicción y el sufrimiento liberados, para seguir bendiciendo al Dios que es en Trinidad alabado, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén."

Fuente: "Acatistul Sfantului Nectarie" (en rumano).

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