¿Por qué los monjes y monjas ortodoxas se visten de negro?

jueves, enero 31, 2013 Posted by JDavidM



Alguien se preguntaba por qué los monjes y monjas ortodoxos se visten de negro. Es conocido que los (las) religiosos (as) católicos (as), utilizan vestiduras en color blanco u otros colores suaves, algo que les da un toque de elegancia, mientras que los nuestros, ortodoxos, en negro, parecen anticuados, obsoletos e incluso descuidados..

Enero es, especialmente, el mes de los monjes santos. Celebramos a los santos piadosos Teodosio, Pablo de Tebas, Antonio, Eftimio, Macario de Egipto, Máximo el confesor, Efrém Sirio, Isaac Sirio, además de los Santos Tres Jerarcas: Basilio, Gregorio y Juan, también monjes por excelencia. Esos dias de festividad representn una excepcional concentración de virtudes, penitencias y escritos de mucha utilidad para nuestra salvación, que nos fueran dejados por esos monjes santos, cual tesoros valiosísimos. La riqueza espiritual, la belleza pero también las luchas que conlleva la vida monacal son manantiales inagotables de los que podemos extraer lecciones muy importantes, que nos iluminan en muchísimos aspectos. 
La entera espiritualidad ortodoxa tiene en su centro el arrepentimiento. Según las enseñanzas de los Santos Padres, sin esta virtud, sería inconcebible otro medio para escalar en la plenitud cristiana. Esta afirmación coincide completamente con la realidad, porque, en tanto que el  hombre sirve a sus pasiones, no podrá andar el camino de la plenitud, porque éste presupone en sí el romper cualquier vínculo con el pecado. El arrepentimiento, como estado espiritual, debe ser abrazado por cu alquier cristiano, sin importar su cultura, preparación profesional, afiliación política, étnica o esas diferencias en distintos criterios que pertenecen al mundo y su contexto.


Tanto el rico, como el pobre, el intelectual y el campesino, el universitario y el estudiante... todos son llamados por Dios a alcanzar las bondades prometidas por Él. Junto a los cristianos que, viviendo en el mundo y sus contextos, luchan con sus propias pasiones y se arrepienten por sus pecados, ha existido - incluso desde los inicios del cristianismo - una categoría aparte que, renunciando a todo lo terrenal, opta por una vida de permanente arrepentimiento, haciendo de este un modus vivendi. Ellos y ellas son los monjes y monjas, y la forma de vida que ellos han asumido libremente se llama vida monacal.

A lo largo del tiempo, muchos han intentado definir el monaquismo, de manera que puedan abarcar completamente todos los aspectos espirituales, sociales y psicológicos que en éste se hallan. He aquí uno de estas definiciones: "El monaquismo constituye un camino, no el único, pero precisamente incuestionable como el primero, para encontrar la existencia perdida del hombre, pero también para encontrar a Dios. El monaquismo agita la entera vida psico-espiritual del hombre, busca en ella,  constanta la existencia de algunos elementos abandonados, ve la imagen divina oscurecida por los pecados y lucha fervientemente para reconducir el alma a su estado de imagen y semejanza de Dios" (Teoclit Dionisiatul, Dialoguri la Athos, vol. I, traducere Pr. Ioan I. Ică). No negamos ni desconsideramos la otra forma de alcanzar la salvación, camino que eligen la mayoría de creyentes, el de la vida marital. Pero sólo quiero evidenciar un aspecto de la vida monacal que es casi desconocido por parte de los laicos: la vestimenta de los monjes y monjas. Junto al oficio (litúrgico) con el que se accede a la vida monacal, el candidato (o candidata) recibe las vestiduras que le habrán de recordar constantemente la vocación que ha elegido. Algunos podrán ver en la vestimenta monacal una especie de uniforme. Muchas categorías profesionales se distinguen por los ropajes que se utilizan para su práctica: médicos, soldados, policías, bomberos, marineros. Entonces, ¿La vestimenta monacal es un simple uniforme? Más de alguno diría que sí! En apariencia, esto es una verdad parcial, porque el uniforme monacal le da al monje la sensación de estar reclutado, pero también que se encuentra en una batalla permanente, no para avanzar en rango y dignidad terrenal, sino para asaltar el Reino de los Cielos.

Las vestimentas monacales envuelven al monje en distintos sentidos expresados mediante símbolos, de los que debe ser siempre consciente. Estas trasmiten algo que está más allá del material de que están hechas y de su propia forma: la expresión de la imagen espiritual que debe investir al eremita, la representación de un hombre nuevo, de un discípulo de Cristo, quien ha elegido la renuncia total y la entrega especial, distinta a la de los demás cristianos. La vestidura del monje, junto a sus muchos símbolos, tiene también una particularidad relacionada con su color, que caracteriza al monje, indicando su estado de permanente sacrificio.


Sobre las vestimentas de los monjes encontramos muchas referencias en los textos dejados por los Santos Padres. Entre estos, San Basilio el Grande, escribe sobre el hecho que las vestimentas monacales deben distinguirse de las de los laicos, por dos razones: la primera, para indicar el llamado monacal, pero que también en la misma vestidura se muestre una exhortación para vivir según la forma elegida. En las formas litúrgicas actuales, el oficio de tonsura preve la investidura del monje o monja con los siguientes elementos: camisa, paraman, dulama, potcapul, rasa, manta y camilafca. Se observa que el porte del monje está constituido por siete piezas principales, para demostrar que la vida plena a la que está llamado el monje, se alcanza mediante los siete Dones del Espíritu Santo. Aunque, claro está, junto a dichas piezas, el monje recibe, en el oficio de consagración, además, el cinturón, las sandalias, la metania y la cruz.

Volvamos al dilema de algunos, que por qué se eligió el color negro para las vestiduras de los monjes y monjas ortodoxas. El negro es un color controversial. Por una parte está asociado a lo oscuro, a la hechicería, y por otra parte, a la solidez y a la confianza. Al mismo tiempo inspira autoridad y poder, y por otra, desesperación, aflicción, dolor pero también constancia, prudencia y sabiduría. Aún más, muchas veces el color negro es la imagen de la penitencia y el sufrimiento. Así, en el caso de los monjes, el negro es un signo de renuncia a lo vano del mundo. El monje está muerto para el mundo y, por eso, su imagen exterior es negra, al tiempo que en su interior todo debe ser blanco, como la luz. El negro representa también las entrañas de la tierra de donde comenzó la renovación del mundo, por medio del nacimiento en un pesebre, del Santo Hijo de Dios.  De esta manera, el monje, vestido en negro, se expone a una metamorfosis intensa de renovación espiritual, porque vistiéndose de ese color, vive permantentemente una muerte en misterio, la anticipación de un verdadero nacimiento. Él muere para el mundo, naciendo en Cristo. 

Arcrhim. Mihail Daniliuc

Traducción libre del texto publicado en doxologia.ro

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, me llamo Gabriel y soy católico, me surgió la duda del color de los hábitos de los ortodoxos y ha sido un placer leer su artículo.

Gracias.

Unknown dijo...

Los Monjes-as, son el alma de los cristianos, y nos infunden un modo de vida a seguir e imitar. Yo quiero no obstante hacer una pequeña observación. Yo se que el "laico" en el mundo Catolico, es considerado poco mas que una persona carente de toda virtud, que aunque esta destinado a la salvacion, no puede dar en ningun modo ejemplo propio de vida santa. Ya se que segun los estamentos de la Iglesia Catolica, esto que acabo de decir es falso, pero bajo la practica del dia a dia, esta afirmacion mia se ve confirmada en toda su totalidad. Como digo yo siempre, te dejan "ver el río, pero no te dejan beber de él". Ya se que esta afirmacion mia, es muy discutible, pues en mayor o menor medida, todo Laico Catolico, sabe y es conocedor de que la Iglesia Catolica deja participar a los fieles Catolicos en todos sus "estrados" y "estamentos", hasta el punto de ofrecer a muchos Laicos Catolicos, leer las lecturas de la misa, o repartir la comunion, y muchas cosas mas. ¿Entonces quizas estoy afirmando algo equivocado? Quizas estoy equivocado, pero para mi, participar en plenitud de un "grado especial" que te permite aportar algo "intrinseco y espiritual" al bien de la Iglesia, es algo mayor que simplemente leer las lecturas de la misa, o repartir la comunion (algo que en ambos casos, no estoy de acuerdo con ello), pero asi es como lo hacen los Catolicos, en relacion a los Laicos: Les dejan hacer de todo, pero los unicos que pueden plantear y hacer comentarios de tipo moral o espiritual, son los Eclesiasticos de la Iglesia. Pero hablemos ahora del mundo Copto Ortodoxo, del cual conozco alguna cosa, debido al trabajo. En el mundo Copto, al igual que en el mundo Ortodoxo, el Laico tiene una participacion mayor en la vida espiritual de la Iglesia. Bien es cierto que tiene prohibido leer las lecturas del Evangelio (salvo que haya alcanzado el grado adecuado de lector), y por supuesto tiene prohibido dar la eucaristia, pero el Laico es considerado, algo mas que una serie se personas llamadas al matrimonio o a la vida de la sociedad. El Laico esta llamado a la Santidad plena, al igual que el Eclesiastico, y es considerado el Laico, ser capaz de alcanzar tambien nieveles altos de Santidad. La vida a imitar en todos los que son ortodoxos, es la vida de loa monjes, (eso es cierto), pero en ningun caso se infravalora a los Laicos, por el solo motivo de no ser "Eclesiasticos". Aun asi y todo, en la Iglesia Catolico, esos planteamientos que tienen ahora, no forman parte del vinculo y enseñanzas de sus Santos Doctores de La Iglesia, pues Santa Teresa de Jesus y otros Santos doctores, no afirmaban "de facto" (como hacen ahora), esos planteamientos, sino que ha sido la vida contemporanea y moderna de ahora, la que ha cambiado la manera de pensar y de valorar. Que Dios me perdone, si he criticado a la Iglesia Catolica, (y no porque sea Catolico se lo pido a Dios, sino porque tambien Dios ama a la Iglesia Catolica, a pesar de todo). En si mismo, Dios ama a cualquier cristiano que le ame y le busque con sinceridad de corazon mediante los mandamientos y el Evangelio. Pero mi comentario queria hacerlo respecto de la Iglesia Ortodoxa, (y no sobre la Catolica). En la Iglesia Ortodoxa, se considera de "facto", que el Laico Casado, tiene como mision, alcanzar la Santidad (al igual que los monjes y monjas). Yo quiero añadir una cosa mas: Ser Laico Casado, y vivir en el mundo contemporaneo, con sus tentaciones, su estress de trabajo, con los problemas familiares y con la educacion de los hijos, es mucho mas dificil, que vivir una vida monacal. Que nadie se escandalice, porque es necesario haber sido monje y haber sido casado, para poder opinar al respecto.

Unknown dijo...

(CONTINUACION). La vida de Laico casado, es muy muy muy dura, y en nada desmerece con respecto a un monje-a, (salvo que el monje y la monja, mediante el modo de su vida, y la practica de la piedad, puede alcanzar con más facilidad que un Laico, altos grados de perfección cristiana, si él o ella así lo quieren, pues tampoco cualquier monje-a llega a tales grados de perfección, solo por tener el habito de monje, si no media en ellos el esfuerzo y la dedicacion para conseguirlo). Por eso digo que un Laico-a en el cual medie un esfuerzo dedicado a tal fin (alcanzar la perfeccion cristiana en su vida), tambien puede hacerlo, siempre y cuando ponga como modelo de su vida, el modelo de vida monacal, del que estamos hablando. Espero que mis palabras no causen ninguna clase de estupor, sino que sean valoradas en la justa medida en que corresponde el hecho de afirmar, (como lo afirma tambien en el Evangelio), que todo Cristiano, esta llamado a la Santidad y a la unión con Su Creador, (independientemente de su vocación en la vida). Y tambien quiero (respecto de los Catolicos), que no me tomen a mal las palabras que he dicho, porque son un simple comentario, obtenido de mi propia experiencia personal, y aquellos que han tenido otra experiencia personal distinta a la mia, pensaran lo contrario, (lo cual lo se, lo creo, y lo valoro tambien).

Unknown dijo...

ADMIRO LOS ORTODOXOS Y RESPETO MUCHOS ,CON REFERENTE A LA VIDA DE LAICO DE SER SANTO ES UN LLAMADO PARA TODO Y TODAS PERO POCOS LOS ESCOGIDOS,DENTRO DE LA IGLESIA CATÓLICA HA HABIDO SANTOS Y MÁRTIRES OTROS DECIDEN VIVIR UNA VIDA DE CONSAGRACIÓN SIN SER MONJES O MONJAS COMO UN ESTILO DE VIDA EN SACRIFICIO UNA RENUNCIA TOTAL DEL YO POR AMOR A DIOS

Unknown dijo...

Coincido con Pulpito Pulpo, los católicos hemos devenido flojos, blandos como cristianos, especialmente en occidente donde el consumo, el confort, bienestar y otras comodidades materiales, marcan nuestra existencia cotidiana; debemos volver al ejemplo de nuestros Padres del Desierto, y necesariamente debemos mirar de cerca el ejemplo de los monjes, ellos son nuestra actual guía para retomar el camino, hacernos fuertes; necesitamos distancia de las cosas y del mundo, los laicos tenemos mucho potencial desperdiciado, nos estamos distrayendo, haciéndonos necesitados de estupideces, hay que volver a ascesis de una vida orientada a Dios en serio.

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