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Sobre la oración que nace del corazón. P. Arsenie Papacioc.

sábado, enero 12, 2013 Posted by JDavidM


- Personalmente no prefiero tanto una rutina de oraciones. Desde luego que es útil, sobre todo porque ayuda a disciplinarse. Pero no se debe orar por rutina. Eso sí, hay que ser sistemáticos en el deseo de elevarnos espiritualmente... Para esto no es estrictamente necesario orar estructuradamente. Más bien, es necesaria una presencia continua de corazón, ese estado permanente de amor, de relación con Dios, que es la esencia de la oración. Porque también un silencio profundo es una oración profunda. Y una oración profunda significa un silencio profundo.

Si oras porque es tu obligación hacerlo, hazlo. Pero cuando se ora por obligación, al terminar, la persona siente que cumplió con su deber de orar de corazón y se queda sin nada de lo que debería permanecer luego de la oración. Por eso yo prefiero un continuo despertar espiritual. También por eso les digo que cualquier segundo puede ser un tiempo completo y cualquier suspiro puede ser toda una oración. Un suspiero no se hace así "Uff...", sino que lo diriges a Dios, como partiendo desde tu más profundo interior hacia Él. Así Dios se nos muestra. Porque Él no se muestra a las mentes más preparadas. "No todo el que diga 'Señor, Señor' entrará en Mi Reino!". cino que sólo aquel que tiene el corazón limpio, el que dirige permanentemente su corazón hacia Él. Entonces, una vida continua de presencia espiritual es clara señal de un hombre espiritual. Porque, si oras, estás siempre presente. La oración, digamos, "típica" (rutinaria) puedes apresurarte a terminarla en media hora, una hora, pero ¿y al final? No les digo que renuncien a este tipo de oración, pero que no sea éste el único trabajo espiritual, la única forma de orar que practiquen. Si lees una paráclesis, está muy bien, o si sigues algún otro libro de oraciones. Pero lo que, de hecho, debe saberse y entenderse, porque es algo casi indiscutido, es la presencia continua del corazón. Y así, ora. Porque así oraban los santos y muchos de ellos permanecían de rodillas hasta el amanecer. Eso no quiere decir que nosotros, por no ser como ellos, mejor no oremos. Pero se trata, insisto, de un estado de presencia continuo.

- Padre, ¿cualquier persona puede practicar la oración incesante?
- De cierta manera, todos pueden hacerlo. Pero la pregunta en sí sobre la oración o cualquier discusión de este tipo sobre la oración es nula, porque racionaliza las cosas. Quien quiera tener el don de la oración, que calle y que ore. Una oración  profunda es un silencio profundo.

(Orando así) Se constata un claridad inmediata, una liberación de las tentaciones, porque se pide la ayuda del Soberano de los cielos y de la tierra. El mundo debe acostumbrarse a la idea que Dios gobierna y hace cualquier cosa por el hombre. "Sin Mi no pueden hacer nada". Aún más, "No se mueve ni siquiera un cabello sin Mi voluntad". ¡Se dan cuenta de cuánto nos ama?

Permanezcan con perseverancia en la Iglesia, queridos mios! Y repitan esta pequeña oración de la mente y del corazón.  Es el poder del nombre de Quien tanto nos auxilia. En donde estén, en donde haya aflicción, oren, no desfallezcan.  Amen mucho! Cristo así nos lo manda!

Traducción libre del texto publicado en razbointrucuvant.ro

Sobre la oración y sobre el amor a Dios y al prójimo. P. Arsenie Papacioc.

domingo, julio 08, 2012 Posted by JDavidM


Sobre la oración.
La oración no debe hacerse sólo en determinados momentos del día, sino debe ser un deseo y un hábito, debe ser permanente. No se trata sólo de los santos paráclesis (oraciones específicas a la Virgen) y de otras oraciones, que llevan a tomar determinadas posturas corporales como las postraciones y otras formas de piedad; se trata de elevar la mente hacia Dios, de pensar en Él de manera personal, incesante, sin ni siquiera decir nada, sino sólo darle desde tu corazón un sentimiento de amor y de respeto, incluso de temor. En todo caso, lo importante es mantener la mente y el corazón elevados al cielo, hacia la salvación. 

Así, la solidez espiritual hacia un estado permanente de oración, debe ser un propósito serio, porque es lo que lleva paz al corazón, una especie de alimento concentrado para éste, y el don de Dios le ayudará.

Dios es un Dios del corazón. Ora, entonces, sintiéndolo. El poder de la oración no radica en tal o cual palabra, sino en la forma en como se dice. Dios necesita sólo del corazón y con esto le basta, si éste permanece frente a Él con devoción. La oración incesante en esto consiste, en presentarnos con humildemente frente a Dios; nuestras oraciones leídas, después, no harán sino agregar más leña a ese fuego.

Vete a dormir y levántate con las preocupaciones de Cristo (no las tuyas), es decir, cómo piensa, qué piensa de cada uno de nosotros para lograr que nos salvemos, porque esta preocupación divina es incesante, sí, sin detenerse jamás. Cuando alguna necedad te atrapa o cuando buscas alejarte de tu prójimo, aunque este se haya equivocado contigo, en ese momento Jesus vuelve a crucificarse por tí.

Piensen siempre en el juicio final, qué respuesta daremos entonces!

No pierdan el tiempo! ¿Acaso saben ustedes qué valor tiene el tiempo perdido? Toda la felicidad eterna, con los ángeles, ciertamente está relacionada con este tiempo. Poco tiempo, pero vivido como se debe!


Sobre el amor
Amar a tu hermano porque es tu hermano, es un amor meramente humano, no místico, espiritual. Amar a tu prójimo, así como amas a tu hermano, éso es un amor místico.

El primer mandamiento  (y el más importante), "Amarás a Dios con toda tu alma y con toda tu mente...", es ciertamente el más grande, completado con otro que dice  "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Si este segundo mandamiento es similar con el primero, significa que nuestro prójimo tiene reflejos divinos, por gracia de Dios. Porque no puedes amar a Dios sin amar a tu semejante. 

Si no sientes amor por todo, entonces no amas en absoluto. Si no eres agradecido con tu prójimo, tampoco lo eres con Dios. Si reconoces a Dios en tu corazón, entonces, lo reconoces también en tus semejantes y  en lo que te rodea.

Por eso se ha dicho que amemos totalmente a nuestro prójimo, porque esta es la medida de tu amor por Dios, al Que no ves, pero Quien puede sentirse y vivirse en Su mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Es decir, así como amas tu plenitud física y humana,  con la intensidad de sus necesidades propias, pero especialmente como amas tu plenitud espiritual (posible), para acercarte a Dios, así debes amar a tu semejante, a quien Dios hizo visible entre tú y Él, para que entiendas que amándole Dios reconoce tu verdadero amor hacia Él. Y para que veas y sientas que en este amor total hay una belleza inigualable, debes llenarte de la luz que Dios no da sino a aquellos corazones nobles, bondadosos y humildes. "El hombre se diviniza con su participación en la luz divina y no por medio de cierta transformación en un ser divino". Entonces, atrayendo a tu semejante, así como te atraes a tí mismo, con toda la fuerza de tu corazón, hacia Dios, intentarás entender la plenitud, la libertad y la armonía eterna.

Intenta descubrir en tí la fuerza dominante, para que puedas valorar y recibir en don el único tesoro que puede  hacer que los hombres se conozcan a sí mismos, el hombre y el Dios que le  ha hecho: la armonía.

Dios sólo a través del hombre se glorifica, incluso cuando podría aparecer cierta tentación que dice que difícilmente se podrá encontrar en el mundo a alguien que se haya liberado completamente del amor de sí mismo. Esto no anula para nada la lucha incesante por cumplir los mandamientos divinos, que no son nada utópico. El mandamiento nuevo, el más grande, el amor total, no tiene principio ni final.

El mundo fue creado por un Dios bueno. Las fuerzas del amor que vive en nosotros, nos vienen de Él. Si es que no te produce temor pensar en los tormentos eternos del infierno, teme y camba tu forma de vivir, hacia el amor de Dios. Él nos ama tanto, como para rechazarlo.


Traducción libre, tomada de: Arhimandrit Arsenie Papacioc. "Scrisori catre fii mei duhovnicesti". Manastirea Dervent. Constanta, Rumanía, 2001.

El Padre Arsenie Papacioc ya contempla el rostro de Dios.

martes, julio 19, 2011 Posted by JDavidM



Arsenie Papacioc (nacido el 15 de agosto de 1914 en Perieti, distrito rumano de Ialomita, fallecido el 19 de julio 2011, en el Monasterio Sfanta Maria, Techirghiol), fue un importante "duhovnic" o "Padre Espiritual" de la Iglesia Ortodoxa Rumana. Desde el año 1976 fue sacerdote confesor del Monasterio Santa Maria de Techirghiol. Fue arrestado y condenado durante el mandato de Ion Antonescu, en 1941, por sus vínculos con el Movimiento Legionario. Ordenado monje en 1946, después de ser liberado se radica en el Monasterio Antim de Bucarest, hasta 1949. Entre 1949-1950 ejerce como escultor en el Instito Bíblico, y en el año 1951 se hace sacerdote en el Seminario Monacal del Monasterio Neamt. Entre 1952-1958 es sacerdote del Monasterio Slatina. Durante varios años, el Padre Papacioc sufrió en las prisiones del régimen de reeducación comunista, al lado de significativos representantes del ortodoxismo rumano, como Iustin Parvu, Ioan Ianolide, Valeriu Gafencu, Nichifor Crainic, Mircea Vulcanescu y otros. En verano del año 1958 es nuevamente arrestado y condenado a 20 años de trabajos forzosos, siendo amnistiado en 1964 cuando cumplía su sentencia en las prisiones de Aiud.

Breve biografía
Considerado uno de los más importantes "duhovnics" de Rumanía, el Padre Arsenie Papacioc nació en 1914 como séptimo hijo de una familia de campesinos. Bautizado con el nombre de "Anghel", desde muy pequeño empieza a destacar en distintas actividades académicas, fundando ya en los años de la educación secundaria una revista literaria junto a sus compañeros de clase. Asimismo, desarrolla un gran interés en actividades físicas como el atletismo, participando en diversas competiciones en Bucarest. A la edad de veinte años empieza a sentirse atraído por la vida monacal, intentando ingresar a la comunidad del Monasterio Frasinei de Valcea. Sin embargo, el stárets de aquel lugar, el Padre Simeon, le rechaza debido a que lo encuentra sobre calificado para los duros trabajos del monasterio.

Sin poder renunciar a la idea de convertirse en monje, se dirige esta vez al Monasterio Cozia, en donde sí es recibido. Ahi se le asigna como tarea impartir clases de educación cívica. Es entonces cuando empieza a ser sujeto de sospechas por parte de las autoridades afines al régimen comunista; por esta razón, se ve obligado a abandonar el monasterio y se establece durante un año y medio en la factoría agrícola que la comunidad tiene en la aldea de Caracal. Luego, se dirige a Ciclovina con el Padre Gherasim Iscu, stárets del Monasterio Tismana. El entonces Metropolita de Oltenia, Firmilian, le propone un puesto como profesor del Seminario Teológico, a lo que las autoridades de la Securitate se oponen, por lo que se ve obligado a retirarse al Monasterio Sihastria. Ahí es tonsurado oficialmente, tomando el nombre de Arsenie y siendo enviado al Monasterio Neamt. Posteriormente se traslada nuevamente al Monasterio Slatina, en donde es nombrado Superior. Tiempo después es arrestado y enviado a Suceava, en donde es torturado durante cerca de tres mese, acusado de diversos hechos sin base real.

Después de varios años de prisión, de largos interrogatorios y traslados de un centro penitenciario a otro, es liberado y autorizado para ejercer el sacerdocio en una parroquia de Ardeal. Luego, en 1976, se dirige al Monasterio Santa Maria, de Techirghiol, en donde hasta hoy fue continuamente visitado por peregrinos de todo el país. Que Dios lo tenga en su gloria!

He aquí algunos videos con él mismo compartiendo parte de su profunda sabiduría:


Sobre la oración (con subtítulos en inglés)


Sobre el sentido del sufrimiento (con subtítulos en inglés)


Sobre el Ecumenismo (también con subtítulos en inglés)



Fuente: wikipedia.es
Imagen tomada de www.roncea.ro